
La formula de Diablo no ha cambiado. En términos de la historia, el nucleo sigue siendo el mismo. El enemigo principal sigue siendo Diablo y sus lacayos, y la misión es limpiar el mundo de su presencia. La forma de jugar tampoco ha cambiado. El ratón sigue siendo la herramienta más poderosa para combatir las apariciones del juego. Hay atajos con el teclado, pero el 90% de las ordenes serán por medio del ratón. Sin embargo, la interfaz cambió y quedó más simple. En mi opinión, queda un poco corta para las necesidades del juego. Falta ver si Diablo, como World of Warcraft, permite desarrollos de la comunidad para personalizar la interfaz.
Ahora, los cambios, aunque pequeños, tienen gran importacia. Los calabozos tienen una apariencia de profundidad y vida que estaban ausentes en Diablo II. Uno ve a los monstruos salir de grietas o rompiendo paredes para atacar. Es un importante cambio, ya que antes los enemigos solo estaban parados ahÃ, esperando a que uno los ataque. Aunque es una modificación pequeña, le da mucha vida al mundo.
Sin modificar lo que ha funcionado, Blizzard ha mejorado cada aspecto del juego. Sin duda, la compañÃa ha cogido toda la experiencia de World of Warcraft y las millones y millones de horas de juego para mejorar Diablo III. Cada ataque marca cuántos puntos de daño causó, y ahora hay profesiones. En el beta solo se puede practicar la profesión de herrero, pero seguramente habrá más en el juego final.
Al final, el beta se queda supremamente corto para tener alguna idea de lo que será el juego. Asà como no se puede sacar una conclusión de una mujer sacándola a cine un martes de pelÃcula; tampoco se puede sacar conclusiones de Diablo con solo 3 horas de juego. Pero, como con la reinita, uno queda con ganas de ver más.
Fuente: [ http://www.enter.co/ ]